Autor: Gregorio Vargas, Regional Sales Director, Southern Europe, Farnell
En los últimos años han aumentado los desafíos de la cadena de suministro que el sector se ha acostumbrado a enfrentar, como la escasez de componentes que ha causado numerosos problemas en diversos sectores que dependen de los componentes electrónicos.
El sector de la automoción se ha visto especialmente afectado por la escasez. Como la demanda de coches durante la pandemia de COVID se desplomó, el sector canceló los pedidos de microprocesadores. Cuando la demanda aumentó nuevamente, ya era tarde para realizar nuevos pedidos de estos componentes, muchos de los cuales habían sido adquiridos por fabricantes de bienes de consumo, como las consolas de juegos.
En parte, esta situación se debe a la excesiva dependencia de los fabricantes de chips de Asia Pacífico, donde Japón, Taiwán y China dominan la producción de circuitos integrados; de hecho, esa región produce el 75 % de los chips de todo el mundo. Existen planes para impulsar la producción en EE.UU., que hoy solo representa el 12 % de la fabricación mundial de chips. Actualmente Intel está construyendo cuatro plantas de producción de chips en Estados Unidos, y Samsung también tiene grandes planes para construir fábricas de semiconductores en ese país.
Claramente, en toda la industria hay indicios de optimismo sobre una pronta resolución de la escasez de componentes electrónicos, incluidos los de silicio.
El gran paso hacia la normalidad
Para evitar enfrentar la escasez de componentes, los clientes han abandonado en gran medida el modelo de producción «justo a tiempo». Recientemente, han tomado cartas en el asunto adquiriendo y manteniendo existencias a largo plazo de todos los componentes que utilizan, con el objetivo de asegurar sus procesos sin dejar margen a cualquier eventualidad que pueda ralentizar sus operaciones.
Sin embargo, aunque muchos fabricantes han reservado grandes suministros de componentes para evitar verse de nuevo en apuros (una empresa ha pedido cinco veces más de lo que necesita normalmente en cada categoría de componentes), entre los distribuidores crece la sensación de que la situación se normalizará pronto.
Esto significa que probablemente habrá una ligera tendencia a la baja en las reservas para el resto del año natural, porque muchas carteras de pedidos ya están llenas.
Ya hay pruebas de ello: los últimos datos publicados por la Asociación Internacional de Distribución de Electrónica (IDEA) revelan que la facturación de componentes empieza a superar a las reservas. Cada vez está más claro que ya se ha superado el crecimiento máximo de las «Reservas». Esto debería seguir disminuyendo en los próximos trimestres a medida que los plazos de entrega de los fabricantes empiecen a «normalizarse» y los clientes empiecen a reducir sus pedidos.
Fortalecer las relaciones con los distribuidores
A medida que la situación se normalice y resulte más fácil conseguir componentes, los fabricantes en busca de proveedores de componentes intentarán revaluar sus relaciones con los distribuidores. En el punto álgido de la escasez de componentes, los distribuidores se eligieron exclusivamente según la disponibilidad de stock de los productos que cada empresa necesitaba en ese momento.
Ahora que los plazos de entrega empiezan a bajar y se empieza a vislumbrar al menos un excedente de componentes, las empresas buscan en los distribuidores algo más que el simple hardware que necesitan para seguir produciendo.
Además de suministrarles lo que necesitan cuando lo necesitan, los clientes potenciales se fijan en el valor añadido que puede aportarles un distribuidor. Algunos de los factores clave a la hora de elegir un distribuidor hoy en día son la sostenibilidad, la descarbonización y la mejora de la eficiencia: muchos subcontratistas tienen sus propios objetivos medioambientales y asegurarse de que usan proveedores que pueden ayudarles a cumplirlos es un factor importante en sus decisiones de compra.
Los compradores también están volviendo a fijarse en las cualidades de siempre que diferencian a un distribuidor de otro: la facilidad para hacer pedidos, el cumplimiento de sus promesas, el servicio posventa y el servicio y la asistencia continuos.
Un proceso de pedido simple y la capacidad de entregar lo que se necesita en el momento acordado son esenciales. Otros aspectos que pueden ofrecer los distribuidores son servicios de asistencia posventa: los compradores pueden querer saber si el distribuidor ofrece servicios como ayuda para diseñar dispositivos, notificaciones sobre la legislación más reciente, servicios de calibración, recursos de aprendizaje para ayudar a adoptar nuevas tecnologías o acceso online a expertos.
Pero por encima de todo, están la credibilidad y la confianza. La crisis de abastecimiento hizo que a veces los clientes no pudieran elegir a qué distribuidor acudir y tuvieran que ir al que tenía el stock que necesitaban; ahora que la crisis de abastecimiento está amainando, los clientes pueden elegir en función de la relación y la confianza que tengan con el distribuidor.
Algunos distribuidores se rezagaron en estas cuestiones durante la crisis de abastecimiento, en particular si tenían stock en gran demanda. Ahora, los distribuidores tendrán que recobrar la confianza y la transparencia para mantener la confianza de los clientes.
Farnell siempre ha sido lo más transparente posible, y siempre hemos creído que la transparencia y la honestidad son fundamentales. Además de estos productos imprescindibles, Farnell también ofrece amplio soporte conveniente, como servicios de calibración y ayuda de diseño, que hacen que su oferta destaque aún más.
A medida que las reglas normales de la oferta y la demanda del mercado se restablezcan, la reputación y el compromiso de servicio serán más importantes que nunca.
