En la actualidad hay unos 20 millones de vehículos eléctricos (VE) de pasajeros en circulación por todo el mundo (según el informe anual Electrical Vehicle Outlook 2022 de Bloomberg), así como 1,3 millones de VE comerciales (autobuses, furgonetas de reparto, camiones) y más de 280 millones de ciclomotores, patinetes, motocicletas y vehículos de tres ruedas eléctricos.
Este impresionante crecimiento de la electromovilidad que se acelerará, previsiblemente, en los próximos cinco a diez años, se ve impulsada, sobre todo, por el avance de la tecnología de la batería, el compromiso de muchos países de lograr el “cero neto” en sus emisiones de carbono y el aumento de la producción, por parte de los fabricantes de automóviles, de nuevos modelos de VE que ofrecen a los usuarios una experiencia de conducción más fiable.
Equipos de alimentación de vehículos eléctricos
En esta aceleración del mercado de VE, el objetivo es incrementar las distancias entre cargas tanto como sea posible. Existe al mismo tiempo la necesidad de facilitar la accesibilidad a los equipos de alimentación del vehículo eléctrico, en concreto de estaciones de carga de vehículos eléctricos (ECVE) a disposición del público.
En su informe global sobre VE de 2022, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) indica que, si bien la mayor parte de la carga de VE se realiza en viviendas y lugares de trabajo, había unos 1,8 millones de puntos de carga públicos en funcionamiento en 2021, de los cuales un tercio correspondía a cargadores rápidos. En ese año se instalaron unos 500.000 cargadores, cifra superior al número total de cargadores públicos disponibles tan solo cuatro años atrás. En 2021, según la IEA, las ECVE de carga rápida se incrementaron un 48% si se compara con el 43% del año anterior, mientras que el crecimiento experimentado por los cargadores lentos cayó del 46% en 2020 al 33% un año antes.
China está a la cabeza de las ECVE públicas y representa alrededor del 85% de los cargadores rápidos de todo el mundo y el 55% de los cargadores lentos. En Europa había más de 300.000 cargadores lentos en 2021 tras un incremento anual del 30%. Por países, en los Países Bajos había más de 80.000 cargadores lentos, 50.000 en Francia, 40.000 en Alemania, 30.000 en el Reino Unido, 20.000 en Italia y poco más de 12.000 en Suecia y en Noruega.
Medidas rápidas y precisas
Para cumplir las exigencias de este floreciente mercado, los electricistas y los ingenieros de instalación necesitan disponer de un mejor acceso a los instrumentos adecuados durante la puesta en marcha y el mantenimiento periódico. Entre estos instrumentos se encontrarían los modelos más avanzados de comprobadores eléctricos, comprobadores de aislamiento, cámaras termográficas y comprobadores de equipos de alimentación de VE. El objetivo es permitir que los técnicos tomen medidas de forma rápida y precisa para que las comprobaciones y la resolución de problemas sean eficientes. Una de las dificultades en concreto de las estaciones de carga rápida de Modo 3 CA, que proporcionan una carga acelerada de 3,7 kW a 22 kW, es que suministran una tensión monofásica o trifásica con una tensión de red de 230 V o 400 V, por lo que es esencial que conserven los máximos niveles de protección en la instalación, comprobación y mantenimiento de ECVE avanzadas.
Es de vital importancia garantizar una comunicación fiable entre la estación de carga y el VE con el fin de disponer de una tensión de salida. Para ello es preciso recurrir a un adaptador de ECVE que pueda simular un VE conectado al cargador y comprobar su tensión de salida con conectores de tipo 1 y 2 en cumplimiento de las normas IEC/HD 60364-7-722 e IEC/EN 61851-1. Otras pruebas que los técnicos deben llevar a cabo son comprobar la continuidad de los conductores, la resistencia de aislamiento, la desconexión automática de la alimentación (impedancia de lazo, prueba de RCD o RDC-DD) y pruebas funcionales. Todas ellas se pueden efectuar por medio de un comprobador de instalaciones multifunción.
Resolución de problemas y puesta en marcha
Otros instrumentos requeridos por los electricistas e ingenieros de instalación con el fin de abordar la proliferación de ECVE son comprobadores de tensión, pinzas amperimétricas o comprobadores de pinza abierta capaces de medir tensión y corriente sin necesidad de cables de prueba.
Del mismo modo, los modernos comprobadores digitales de resistencia de aislamiento son ideales para la resolución de problemas de aislamiento y la puesta en marcha, así como para aplicaciones de mantenimiento preventivo. Asimismo el uso de una cámara termográfica junto con un comprobador de instalaciones multifunción o un multímetro digital permite a los técnicos identificar cualquier problema en unos segundos. Los osciloscopios portátiles que han sido diseñados para la resolución de problemas y el análisis de accionamientos de motores son especialmente apropiados para funcionar en entornos peligrosos y adversos, ya que se trata de instrumentos que ofrecen el rendimiento de un osciloscopio de banco, un multímetro y un registrador sin papel.
Otros instrumentos útiles para el técnico que comprueba ECVE son las pinzas de medida de resistencia de tierra y los analizadores de baterías, que se han diseñado para comprobar baterías estacionarias y bancos de baterías. Miden la resistencia interna de la batería, tensión CA y CC, corriente CA y CC, tensión de rizado, frecuencia y temperatura.
¿Quién se encargará de la instalación y el mantenimiento de la infraestructura?
Un problema importante relacionado con la puesta en marcha y el mantenimiento de estas nuevas ECVE es la escasez en todo el mundo de electricistas especializados en este trabajo. Durante varios años se ha producido un marcado descenso en el número de técnicos de instalación con experiencia en el sector eléctrico, muchos de ellos retirados tras alcanzar su edad de jubilación, y al mismo tiempo la mayor parte del personal nuevo todavía no han recibido el nivel requerido de formación.
Una carencia especialmente acentuada en ellos es una falta de formación práctica para asegurar que los técnicos de comprobación sean capaces de interpretar con precisión qué indican sus avanzados equipos de prueba, para que estén en condiciones de actuar de manera apropiada.
Algunos errores pueden ser fatales
La formación destinada a la comprobación de ECVE es primordial por muchas razones. Una de ellas es, desde luego, la protección de los técnicos, así como permitir que aborden la creciente demanda de comprobación en el sector de la carga de VE y ayudarles a documentar una instalación por completo, de modo que puedan garantizar que su funcionamiento sea seguro. Los electricistas mejor formados y con más conocimientos acerca de la puesta en marcha y el mantenimiento de ECVE pueden incrementar su productividad significativamente. Un técnico de instalación con una formación inadecuada no puede realizar una tarea y por tanto aumenta el tiempo de inactividad, además de cometer errores que podrían provocar daños en equipos costosos. Cuando se trabaja con estos equipos de alta potencia, algunos errores pueden incluso ser fatales.
Bien sea por el cumplimiento de la normativa, la protección o la eficiencia, una formación de buena calidad sobre instalación eléctrica puede potenciar la posición de las empresas para la comprobación y resolución de problemas al apoyar los objetivos de desarrollo de sus empleados. Muchos electricistas generalistas están tratando de actualizar sus habilidades mediante planes de formación certificados para la instalación y la comprobación de ECVE.
Fiabilidad de la infraestructura
En general, un personal mejor formado ayudará a agilizar el despliegue de las ECVE y, por tanto, potenciará la adopción de los vehículos eléctricos. Para los profesionales eléctricos, las instalaciones de ECVE crean nuevas oportunidades y un flujo añadido de ingresos para quienes cuenten con los conocimientos, las habilidades y los instrumentos necesarios para manejar la carga de VE de alta potencia. Sin embargo, son la fiabilidad de los VE y su infraestructura de carga los factores clave que inciden sobre el crecimiento de este mercado. El Observatorio Europeo para Combustibles Alternativos de la Comisión Europea señala que la infraestructura de ECVE se duplicó en Europa entre 2020 y 2021, y es probable que se haya duplicado de nuevo en 2022. Se prevé que en los próximos años este crecimiento siga en aumento mientras el mundo se dirige inexorablemente hacia un futuro más verde y todos los que forman parte del sector deben estar preparados.
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